Feelings

IMG_20180403_094038Hoy La Habana me ha tocado. Ando, tras unos 50 minutos de espera en el Parque de La Fraternidad, con los sentimientos a flor de piel. Son las cosas de nuestra Habana, conjugadas con el inicio de mi período; un factor que aplica, fuerte.
Me ha dolido, sobremanera, ver a una señora que podría ser mi abuela en condiciones de indigencia. No es la única, hay otros tantos que deambulan de un lado a otro en esta céntrica locación de nuestra capital.
Una antigua rival de mis años mozos en el deporte universitario ha pasado por delante de mi, me ha reconocido, lo sé, pero ambas, hemos fingido lo contrario. Su presencia me ha hecho palpar la adrenalina de aquellas tantas veces en las que me dejé- literalmente- la piel en el terreno.
Me sensibilicé ante la ternura de una una pareja-pareja de chicas que cruzaba la calle, tomadas de la mano, desafiando, quizás sin proponérselo, a las decenas de incrédulos e intolerantes con los que coincidieron en tiempo y espacio.
Por ultimo, aparecieron tres europeas, de 1.80m y rasgos perfectos, para recordarme esa deuda de estatura que una vez tronchó mi imaginario futuro como voleibolista. Siempre he creido que con algunos centímetros más podria haber llegado lejos en ese deporte, pero ni tanto. En el fondo sé que el sueño se iba a deshacer por otras razones, pero es mucho más reconfortante librarme de la responsabilidad..
En cualquier caso no soy de creer en el destino, aunque alguna que otra sucesión de acontecimientos se empeña en sugerirme que tal vez, debería creer. El destino, probablemente existe y me tiene un lugar reservado para trascender….
Las europeas siguen ahí, con su metro y ochenta y tantos centímetros. Andan detrás de una ardilla. Sé que con un poco de suerte se puede ver la ardilla que vive en los árboles del parque y ellas parecen haber salido con el pie derecho.
La Habana me ha tocado y mientras lo asimilo, pasa una señora que peina canas y usa bastón y me ve raro. Hay otros dos tipos que me observan a la distancia y cuchichean entre si. Ahora mismo soy un objeto anacrónico, alguien que rompe con lo normal. Entiendo que es poco común encontrase con alguien que escriba un papel, sentada en un banco de este parque. ….

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